lunes, 26 de enero de 2015

Principales pasos para cumplir tus objetivos de este 2015


Todos los seres humanos poseen metas y objetivos, ya sean a corto, mediano y largo plazo, que impulsan nuestras acciones; sin embargo, el problema surge cuando alcanzarlas se convierte en algo casi imposible. Al menos así se percibe en más de una ocasión. Es por ello que en las siguientes líneas enumeramos los principales puntos que le ayudarán a cumplir sus objetivos que se ha propuesto en este año. 

1. Serenidad. Consiste en tomarse los procesos con calma, entender que para lograr que se cumplan las expectativas se requiere de tiempo y constancia.

2. Acepta tu responsabilidad. Para tener éxito es necesario reconocer que una gran parte de lo que te sucede es el resultado de tus decisiones y conductas.

3. Comparte tu meta  con alguien importante para ti. Hacerlo te ayuda a comprometerte y te da la oportunidad de tener  a alguien que te ayude cuando lo necesitas; ejemplo, cuando quieres expresar una dificultad o confusión.

4. Realiza una acción diaria. Aún cuando la meta sea a largo plazo, todos los días puedes hacer algo al respecto.

5. No te desanimes.  Coloca los pensamientos negativos  fuera de tu mente tan pronto como te des cuenta de ellos. Cambia un “nunca podré” por un “lo lograré.”

6. Analiza tu situación. Necesitas saber cuál es tu punto de partida para saber hacia dónde dirigirte y cómo hacerlo.

7. Acciones inmediatas. Empieza hoy, ten presente  que todo tiene un comienzo así que empieza a trabajar para poner en marcha tus proyectos.

En la Fundación  de Cuidados Paliativos te brindamos una amplia gama de consejos para que cumplas tus objetivos. 

martes, 13 de enero de 2015

Aspectos psicosociales asociados con la calidad de vida de personas con enfermedades crónicas.

Aspectos Psicosociales asociados con la calidad de vida de personas con enfermedades crónicas. 

Stefano Vinaccia; Lina María Orozco
Universidad de San Buenaventura, Medellín

La salud como comportamiento

Tanto el comportamiento como el estilo de vida son factores determinantes en la salud de una persona. En 1974, Lalonde citado por la OMS (1979) realizó en Canadá un estudio a gran escala que lo llevó a formular un modelo de salud pública que aún es tomado como marco de referencia. Según este modelo, el nivel de salud de una comunidad viene determinado por la interacción de cuatro variables:
  • La biología humana (genética, envejecimiento) con una proporción del 27% en la mortalidad en Estados Unidos.
  • El medio ambiente: contaminación física (ruidos, radiaciones, etc.), química (plomo, plaguicidas, entre otros) y biológica (bacterias, virus, hongos) con una proporción en Estados Unidos de 19% de la mortalidad.
  • El sistema sanitario (calidad, cobertura y gratuidad) de cuyas deficiencias dependería el 11% de la mortalidad en Estados Unidos.
  • Estilo de vida o conductas insanas, tales como consumo de fármacos, falta de ejercicio físico, el estrés, promiscuidad sexual sin métodos de prevención de enfermedades o embarazos no deseados, conductas violentas, conducciones peligrosas (exceso de velocidad, no utilización del cinturón de seguridad), con una proporción del 43% de la mortandad en Estados Unidos.                                                                                                                                                                                                           En 1984 Matarazzo,mostró que los factores de riesgo que causaban los principales tipos de mortalidad en Estados Unidos en ese momento eran factores comportamentales asociados a estilos de vida patógenos, los cuales están vigentes. En el caso específico del cáncer, se encontró que era la segunda causa de muerte después de las enfermedades cardíacas, con un 22.3%, y que contemplaba factores de riesgo tales como consumo de tabaco, alcohol, dietas y factores cancerígenos del ámbito laboral y ambiental. Se ha buscado, desde entonces, que la salud humana no se centre en la lucha contra la naturaleza, sino en la modificación de la conducta y de variables socioculturales.

  • Calidad de vida                                                                                                     
    La respuesta al diagnóstico de una enfermedad crónica siempre tiene implicaciones psicológicas y sociales complejas. 
    La calidad de vida (CV) abarca el bienestar físico, social, psicológico y espiritual. El bienestar físico se determina por la actividad funcional, la fuerza o la fatiga, el sueño y el reposo, el dolor y otros síntomas. El bienestar social, tiene que ver con las funciones y las relaciones, el afecto y la intimidad, la apariencia, el entretenimiento, el aislamiento, el trabajo, la situación económica y el sufrimiento familiar. El bienestar psicológico se relaciona con el temor, la ansiedad, la depresión, la cognición y la angustia que genera la enfermedad y el tratamiento. Por último, el bienestar espiritual abarca el significado de la enfermedad, la esperanza, la trascendencia, la incertidumbre, la religiosidad y la fortaleza interior.                                                        


    A medida que las enfermedades crónicas han aumentado su prevalencia, de forma lenta pero progresiva, se ha aumentado el interés por la calidad de vida del enfermo y por los múltiples factores biopsicosociales que inciden sobre ella.
    Según Bayes (1994), evaluar la calidad de vida del paciente crónico es importante porque permite: conocer el impacto de la enfermedad y/o del tratamiento, a un nivel relevante, diferente y complementario al del organismo; conocer mejor al enfermo, su evolución y su adaptación a la enfermedad; conocer mejor los efectos secundarios de los tratamientos; evaluar mejor las terapias paliativas; eliminar resultados nulos de determinados ensayos clínicos; ampliar los conocimientos sobre el desarrollo de la enfermedad; ayudar en la toma de decisiones médicas; potenciar la comunicación medico- paciente; y facilitar la rehabilitación de los pacientes.
    Schwartzmann (2003) definió la calidad de vida como un complejo compuesto por diversos dominios y dimensiones. La calidad de vida se ha definido como un juicio subjetivo del grado en que se ha alcanzado la felicidad, la satisfacción, o como un sentimiento de bienestar personal, pero también este juicio subjetivo se ha considerado estrechamente relacionado con indicadores objetivos biológicos, psicológicos, comportamentales y sociales. Por lo tanto, la calidad de vida puede traducirse en términos de nivel de bienestar subjetivo, por un lado, y, por otro, en términos de indicadores objetivos.El primer aspecto recoge lo que se denomina “felicidad”, sentimiento de satisfacción y estado de ánimo positivo; el segundo alude a la noción de “estado de bienestar”.   


    Calidad de vida en enfermos crónicos                                                    
    Kalker y Roser (1987), definen la calidad de vida en los enfermos crónicos como el nivel de bienestar y satisfacción vital de la persona, aun teniendo en cuenta las afecciones producidas por su enfermedad, tratamiento y efectos colaterales. 
    En suma, cuando se habla de calidad de vida en el paciente crónico se hace alusión a su propia valoración global frente a la adaptación funcional, cognitiva, emocional, social y laboral. Algunos trabajos en los que se ha evaluado el importante papel que juegan diferentes variables psicológicas y sociales en el mantenimiento, recuperación o pérdida de la salud, incluyendo estudios sobre los problemas de la adhesión al tratamiento y calidad de vida.
  • Conclusiones                                                                                                              
    Los resultados de esta revisión de literatura evidencian la importancia de la disciplina psicológica en el abordaje de la enfermedad crónica, así como la necesidad de un trabajo ínter y transdisciplinario en su tratamiento. Se pone de manifiesto la necesidad de asumir este tipo enfermedades desde una perspectiva biopsicosocial como un sistema en el cual la modificación de una dimensión puede producir alteraciones en la otra.
    Un modelo bio-psico-socio-ambiental y cultural podría permitir entender más coherentemente la enfermedad crónica multifactorial, ubicándola dentro de un espacio dinámico que cambia a lo largo del tiempo, según se modifiquen las interacciones funcionales entre sus diferentes componentes.