viernes, 20 de diciembre de 2013

Cuidar al empleado es saludable… y sale rentable

Si nos preguntamos por qué las empresas deben cuidar a sus trabajadores, la respuesta inmediata es muy simple: porque la salud, el bienestar y la felicidad de las personas son muy importantes, también en el ámbito laboral. Pero es que, además, resulta rentable. Un empleado sano y feliz rinde más, sufre menos bajas laborales y, en último término, es más productivo.
Gestionar la salud de los empleados es una gran oportunidad: permite diseñar estrategias para que un colectivo de tamaño significativo pueda desarrollar hábitos de vida saludables
Los trabajadores españoles se ausentan del trabajo una media de 11,4 días al año, según el II Informe sobre Absentismo Laboral recientemente publicado por Adecco. Esta cifra sitúa a España como uno de los países de su entorno con mayor nivel de bajas laborales.

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En el caso de las empresas españolas, cada vez son más las que apuestan por implementar medidas que fomentan el bienestar físico y psicológico de los empleados. 

Los programas más avanzados de recursos humanos incluyen, cada vez más, la adopción de hábitos saludables, como una dieta equilibrada, práctica de ejercicio físico o todo tipo de campañas de salud y prevención.

Sanitas es una empresa Española preocupada por cuidar a sus empleados, por lo que puso en marcha el programa Sanitas Smile basado en cuatro pilares:ejercicio físico, alimentación, hidratación y promoción de la salud. Actualmente participan más de 1.300 empleados de la compañía, someten a los participantes del programa que lo desean a estudios fisiológicos –avalados por la Universidad Europea de Madrid– que demuestran las mejoras físicas que se van produciendo con el paso de los meses. He aquí algunos botones de muestra: después de seis meses, dedican 3,7 horas más a la semana al ejercicio físico, consumen un 8% más de verduras, un 5% más de carnes bajas en grasa y han aumentado su consumo de agua.


En México, seria muy importante seguir el ejemplo de estas empresas y que los empleados exijan medidas que aseguren el cuidado adecuado de acuerdo a sus labores; de esta manera prevenir riesgos, que no solo cuiden a la empresa o sus beneficios, sino a las personas que sin su colaboración nada seria posible. ¿Como consideras que podría beneficiarte un programa de este tipo en tu trabajo? Nos gustaría conocer tus experiencias y opiniones.

Para conocer más detalles de este programa los invitamos a visitar el siguiente link: http://www.revista-uno.com/numero-14/cuidar-al-empleado-es-saludable-y-sale-rentable/

lunes, 9 de diciembre de 2013

Origen de los Cuidados Paliativos

DRA. DAME CICELY SAUNDERS  PIONERA DE LOS CUIDADOS PALIATIVOS

Dame Cicely Saunders (1918-2005), fundó el hospicio moderno e inició un movimiento mundial para proveer de un cuidado compasivo al moribundo. Enfermera, trabajadora social y doctora, estableció nuevos métodos para el control del dolor y un acercamiento multifacético y holístico del cuidado. Esto condujo al desarrollo de una nueva especialidad médica, un cuidado paliativo y el hospicio contemporáneo.

“Tenemos que preocuparnos tanto por la calidad de vida como también por su duración”, declaró Dame Cicely. Esta mujer pionera abrió el primer hospicio moderno en un suburbio residencial de Londres, en 1967. Actualmente, el Hospicio de St. Christopher, da la bienvenida a cerca de 4,000 visitantes anualmente y más de 50,000 profesionales del cuidado de la salud de todo el mundo lo visitan y se entrenan allí.

AL INICIO
“Mi historia en este campo viene desde 1948, cuando yo era una trabajadora social... conociendo a un joven polaco judío quien tenía un cáncer inoperable”, comenta Saunders. “Me sentí muy unida a él”. David Tasma había escapado del gueto de Warsaw y estaba muriendo en el hospital de Londres.
El dolor de Tasma, la soledad y la angustia tuvo un efecto profundo en Saunders. Ella visitó a Tasma frecuentemente en los últimos dos meses de su vida. Mientras que Saunders y Tasma conversaban acerca de la cercanía de su muerte, Saunders tuvo una revelación: “Me di cuenta que necesitábamos, no solamente de un mejor control del dolor sino también de un mejor cuidado de salud en general. La gente necesitaba del espacio para ser ellos mismos, yo acuñé el término ‘dolor total’, de mi entendimiento de que la gente moribunda tenía un dolor físico, espiritual, psicológico y social que debía ser tratado. He estado trabajando en eso desde entonces”.
A la muerte Tasma, Saunders descubrió su misión: cesar toda clase de dolor al final de la vida. En una entrevista del 2002 para The Daily Telegraph de Londres, ella dijo: “No me he propuesto cambiar el mundo; me propuse hacer algo sobre el dolor”.


HOSPICIO DE ST. CHRISTOPHER.
Cuando obtuvo su título de doctora, en 1957, se convirtió en la primera doctora moderna en dedicar su carrera a los pacientes moribundos. Le tomaría otros 10 años en abrir el Hospicio de St. Christopher, el primer hospicio moderno del mundo.
En 1967, el Hospicio de St. Christopher, en Londres, abrió y prendió la chispa del movimiento del hospicio moderno. Combinándo el cuidado clínico con la enseñanza y la investigación aquí había un verdadero hogar, los pacientes podían ser tratados médicamente, así como realizar jardinería, escribir, arreglarse el cabello y tomar clases de arte.

EL AVANCE DEL MOVIMIENTO DEL HOSPICIO
En una ocasión con Elisabeth Kubler Ross, Saunders inspiró a Florence Wald en Connecticut, a quien se le acredita la fundación del movimiento del hospicio en los Estados Unidos, en 1971.
En los tiempos en los que muchos apoyaban la eutanasia, Dame Cicely Saunders tenía un punto de vista diferente. Su visión: “condujo a un modelo que ha cambiado la cara de la muerte alrededor del mundo”, de acuerdo con los pioneros del hospicio. Existen actualmente, 8,000 hospicios en 100 países alrededor del mundo.

SU LEGADO
Dame Cicely murió de forma decorosa en el Hospicio de St.Christopher, en el año 2005, a la edad de 87 años. Transformó el cómo cuidamos a aquellos con enfermedades terminales, así como el deprimente camino que contemplamos al morir.

Yendo más allá del dolor físico, una de las últimas contribuciones al cuidado de la salud, fue el concepto del “dolor total”. Esto incluye elementos físicos, emocionales, sociales y espirituales. Ella se centraba en el cuidado de la persona, en su totalidad, involucrando a los amigos y familiares en el cuidado. Esto llevó al desarrollo de una nueva especialidad, el CUIDADO PALIATIVO, y la filosofía moderna del hospicio.

Como ella le dijo a los pacientes: “Tú importas porque eres tú y tú importas hasta el último momento de tu vida”.

Es una gran aportación la que nos ha dejado la Dra. Saunders, ahora es momento de conocer y difundir la existencia de dicha rama de la medicina; Recordemos que es nuestro derecho estar informados y de esta manera poder decidir lo que sea mejor para cada uno de nosotros en momentos de enfermedad. 

REFERENCIA

Field, B. (2006). HÉROE DE LA CIENCIA: Dame Cicely Saunders. Obtenido de http://miheroe.org/hero.asp?hero=Dame_Cicely
“Deberíamos aspirar a que nadie muera con dolor, ni solo, ni con miedo”, Enric Benito.     (29 de abril 2013)

El doctor Enric Benito intervino en el Postgrado el pasado 27 de abril. Les dejamos su interesante reflexión sobre “La espiritualidad en Cuidados Paliativos”

Los cuidados paliativos se definen por la OMS  como: “El enfoque que mejora la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida, a través de la prevención y alivio del sufrimiento por medio de la identificación temprana e impecable evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas, físicos, psicológicos y espirituales”.El modelo biomédico que predomina en la atención sanitaria en general, e impregna también los cuidados paliativos, se ha centrado fundamentalmente en los aspectos orgánicos de la enfermedad y solo recientemente está apareciendo un interés creciente por explorar y atender las dimensiones subjetivas del proceso de enfermar y de morir.

Los que trabajamos en el entorno de los cuidados paliativos sabemos que el proceso que atendemos tiene una parte abordable desde el modelo biomédico aprendido en la facultad de medicina o en la escuela de enfermería  – todo lo relacionado con el control de síntomas y los aspectos somáticos de la enfermedad- el problema surge debido a que una parte del proceso y de la experiencia del paciente no responde a este enfoque, ahí es donde se da el sufrimiento y de donde surge la necesidad en entender y atender la dimensión más profunda de cada enfermo, su dimensión espiritual.

Hace años Cicely Saunders acuñó el concepto de “dolor total” para hablar del sufrimiento que afecta además de la dimensión orgánica o física del paciente a su dimensión social, psíquica y espiritual.

El “dolor total” o sufrimiento, tiene aspectos que no pueden ser tratados y aliviados con los fármacos habituales. El dolor y el sufrimiento nos demandan aproximaciones e intervenciones completamente diferentes. El cambio más importante es descubrir que ante el sufrimiento no hay que actuar, no es algo que podamos resolver con un tratamiento, no responde a la categoría de los problemas.

Otro aspecto del modelo que la mayoría compartimos y que marca mucho al colectivo profesional bloqueando en parte nuestra posibilidad de ayuda, es la visión que tenemos del enfermo como persona que en estos momentos nos aparece con su fragilidad, su dependencia, sus limitaciones y nos hace ver únicamente al paciente como alguien pasivo receptor de cuidados, a veces aun desde un cierto paternalismo, fácilmente nos olvidamos que estamos ante una persona que además de sus limitaciones y necesidades dispone de sus recursos y potencialidades. Así la mayoría de tratados hablan de necesidades (físicas, sociales, psicológicas, espirituales ) de los enfermos, desde un modelo y una visión un tanto paternalista o de poder, en la que se asume que el que está sano debe cuidar al necesitado, esta visión además de irreal es incompleta y poco terapéutica, en la medida que no valora la potencialidad los recursos y la capacidad del propio paciente de trascender su estado y hacer un proceso, que hace desde su interior y conocemos como sanación.

En nuestro entorno debemos planteamos tratar a una persona en todas sus dimensiones desde una perspectiva integral, a una persona que reconocemos que se enfrenta en un proceso que se caracteriza por la fragilidad, dependencia e incertidumbre. Cuando dejamos de preocuparnos por su enfermedad y su curación, y cambiamos nuestros objetivos terapéuticos, empezaremos por hacer un buen control de síntomas, aunque  esto no es más que el principio de nuestro trabajo y el equipo que solo aspire a un buen control de síntomas, esta solo arañando la superficie del problema. A lo que debemos aspirar,  no es solamente al control de síntomas ni siquiera al confort del paciente, que es un objetivo loable pero limitado, sino a facilitar las condiciones para que el máximo de personas puedan cerrar bien el proceso de haber vivido y que lo hagan  con confort, serenidad, y confianza, es decir deberíamos aspirar a que nadie muera con dolor, ni solo ni con miedo. Que este momento sea aprovechado para trabajar los aspectos que permitan la sanación de la persona. No debemos aspirar a menos.

Dr. Enric Benito, coordinador de la Estrategia Balear de Cuidados Paliativos y coordinador del Grupo de Espiritualidad de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL).

Ustedes ¿Qué opinan?


REFERENCIA

Benito, E. (2013). Enric Benito: "Deberíamos aspirar a que nadie muera con dolor, ni solo, ni con miedo". Obtenido de Especialista en Cuidados Paliativos.: http://www.posgradopaliativos.com/enric-benito-deberiamos-aspirar-a-que-nadie-muera-con-dolor-ni-solo-ni-con-miedo/