¿Historia natural o
historia cultural de la enfermedad?
Cabe ahora reflexionar
acerca de lo que se denomina “historia natural de la enfermedad”, concepto que
ha dirigido las acciones de cuidado de la salud durante numerosos decenios.
Dicha noción alude a ciertos patrones de aparición y evolución propios de la
enfermedad atribuibles a sus cualidades inmanentes; la enfermedad se considera
una entidad objetiva, independiente y diferenciada del organismo. Tal
concepción de la enfermedad crónica y su devenir ha facilitado el desarrollo de
medios y procedimientos de intervención para la prevención primaria, la
detección temprana y el tratamiento (curativo, de limitación del daño, sustitutivo,
paliativo o rehabilitatorio).
El enfoque propio de
la historia natural de las enfermedades ha sido sin duda fructífero; no obstante,
sus limitaciones se hacen más patentes conforme nos aproximamos al
entendimiento de ciertas enfermedades crónicas. La idea de enfermedad como una
entidad objetiva, autónoma, objeto de acciones técnicas e instrumentales, ha propiciado
un reforzamiento de la centralidad de los médicos en todo lo relativo a la
salud (iatrocentrismo), también ha facilitado que éstos perciban la
participación del paciente —en el mejor de los casos— como algo secundario o
complementario.
En el mismo sentido,
la historia natural de la enfermedad ha contribuido a la “medicalización” de la
vida humana, haciendo cada vez más dependientes a las personas comunes y
corrientes de un saber heterónomo cuya idea de vida plena no va más allá de la
ausencia de enfermedad y donde el sentido de la vida ha sido suplantado por una
actitud ciega de sobrevivencia a toda costa.
Si compartimos el
planteamiento de que las enfermedades crónicas pueden ser mejor entendidas como
formas de ser diferenciadas de ciertos grupos de personas, también nos daremos cuenta
que el concepto de historia natural de la enfermedad se vuelve insostenible.
Propongo el concepto de historia cultural de la enfermedad como alternativa que
pone al descubierto lo antes mencionado: la cultura ha tomado las riendas de la
evolución humana desde sus albores, lo cual explica por qué todos los
aconteceres son dependientes de la cultura que, por lo mismo, influye en el
tiempo de aparición, en la forma de inicio de la enfermedad y en su evolución.
Las diferentes culturas
son, en lo fundamental, las manifestaciones colectivas de las formas de ser de
los grupos humanos a lo largo de la historia.
continuara....!!
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